Crecí
en una isla, donde el principal valor
que nos inculcan es el cuidado a la naturaleza, porque eso dice mucho de
quienes somos, así que puedo decir con mucha seguridad, que conozco el impacto
que puede tener una sociedad sobre un lugar. Cuando iba creciendo me asombraban las increíbles cosas que me rodeaban,
pero al mismo tiempo me decepcionaba ver cómo no las apreciábamos. Así fue como
llegué al Club de ecología llamado Mola Mola
en Galápagos, Ecuador: vi en esta oportunidad, una buena manera de poderme involucrar en la conservación hacia el medio ambiente y lo más importante, entendí
como un grupo de personas organizadas pueden generar un gran impacto sobre él.
Durante
dos años realice muchos proyectos en pro de la conservación del lugar que me
había visto crecer. Pero me considero un soñador, y un buen soñador siempre está
volando a diferentes lugares, así fue como llegue a La Paz, México. La Paz es
un lugar donde a mi parecer, la presencia de organizaciones que trabajan con un
objetivo en común, en este caso la conservación, es muy fuerte, son ONGs que están
trabajando para genera un cambio. Parte de estas grandes organizaciones es EPI,
que como muchos ya sabrán está cambiando la vida de muchos jóvenes en los increíbles
países donde trabaja. Pero más importante aún cabe mencionar, que EPI no solo
cambia vidas, si no que inspira a jóvenes a trabajar por lo que ellos
aman.
De
esa manera, conocí a los Californios Verdes (CVs), un grupo de jóvenes que se reúnen
una vez por semana, para organizar proyectos en pro a la conservación de La
Paz. Lo increíble de los CVs, es que saben cómo encontrar la manera de que la
sociedad se involucre cada vez más con las problemáticas que rodean a la ciudad
y les dan un pequeño empujón para que empiecen a buscar soluciones. Si
bien el enfoque al fin de cuenta es ambiental, los CVs saben llegar a las
personas, desde las más chicas hasta las más grandes, y las inspiran a formar
parte de un cambio, cambio que poco a poco se va haciendo realidad.
En
mi opinión es una buena manera para que chicos puedan darle un buen uso a su
tiempo libre, aparte de que como se acostumbra en EPI todo está lleno de diversión,
es un excelente espacio donde se puede aprender nuevas herramientas en
diferentes ámbitos, y más importante, es que la satisfacción de saber que no
solo estás aportando tu grano de arena a La Paz, si no al mundo entero, es algo
que realmente llena de dicha a alguien.
Me
es difícil comparar la manera de trabajar de CVs en La Paz con la de Mola Mola
en Galápagos, porque son lugares geográficamente muy distintos, aunque compartimos
algunas problemáticas. Mola Mola está más inclinado a que las personas tengas cierto interés en
la ciencia y que aprendan a utilizarla
de herramienta para poder realizar cambios en un medio. En los personal, sé que lo
que aprendí en estos Eco-clubes, tanto en Mola Mola como lo que ahora aprendo estando en los CVs, me va a
servir de mucho en mi vida profesional.
Por Walter Pisco Limones