Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico de hasta 5 mm de diámetro, que provienen de desechos de plástico. Éste se encuentra en distintos materiales que cotidianamente se utilizan; encontramos plástico en todo a nuestro alrededor: en las bolsas del supermercado, en los juguetes para niños, en las botellas de agua y otros envases, bolígrafos, y en una lista muy extensa de artículos de consumo.
Su mala disposición lleva a que la mayoría de estos plásticos
terminen siendo arrastrados hasta las orillas de nuestras playas, entrando así a
nuestros océanos y flotando a la deriva en el mar. El principal responsable de ello son las actividades humanas en donde nuestras acciones directas o indirectas llegan a tener consecuencias. Si te preguntas cómo, al pensar un poco te darás cuenta.
Se estima que un 80% de la
contaminación marina tiene origen terrestre, y un 20% proviene directamente de
vertidos al mar. Entre las fuentes terrestres destaca la basura proveniente del arrastre de aguas sin depurar, o de tormentas; residuos
procedentes de vertederos ubicados en la costa o transportados en aguas
fluviales y basura abandonada por la población y turistas. En cuanto al origen
de los vertidos desde el mar, el más abundante es el de embarcaciones
(mercantes, cruceros, embarcaciones deportivas, barcos pesqueros, etc.) o desde
plataformas petroleras. Especialmente dañinas son las artes de pesca
abandonadas, como restos de redes pesqueras, las trampas, etc.
Sin embargo, nos podemos preguntar, ¿en qué momento los productos de uso cotidiano se
convierten en basura marina?
Cuando los productos que comúnmente utilizamos en
nuestra vida diaria son arrojados a la calle sin el cuidado necesario, se pueden considerar como basura que por diferentes causas
terminará en alguna de nuestras playas. La mejor forma de reducir este problema
es separando los residuos, puesto que se les puede dar una mejor manipulación y
reducir la posibilidad de que éstos lleguen a nuestros océanos.
Los residuos sólidos en el medio marino constituyen un
problema grave tanto en alta mar como en las costas, este fenómeno empeora
constantemente. Los residuos sólidos pueden ser transportados a grandes
distancias por las corrientes marinas y los vientos. Hay residuos en
prácticamente todas partes del medio marino y costero (en alta mar, en el fondo
del mar, en las marismas litorales, en desembocaduras de ríos, en las playas) y no solamente en zonas densamente pobladas, sino también en lugares muy
remotos de la tierra, lejos de fuentes contaminantes evidentes.
La mayor parte
de estos residuos son de larga vida y permanecen durante décadas. Una parte
son letales para la fauna, matando y dañando una y otra vez de forma
indiscriminada. La basura marina genera diversos impactos: problemas de salud
pública, degradación de ambientes costeros, mortalidad de fauna (como pesca
fantasma, animales que se enredan o tragan pedazos de redes o desechos, entre otros), disminución del valor estético y recreativo y perfil costero, taponamiento de
sistemas de alcantarillado, daño a embarcaciones (hélices dañadas,
taponamiento de los sistemas de enfriamiento, etc.). No existen estimaciones de la
magnitud o del costo monetario asociado a estos impactos. En el Pacífico, un elemento
adicional es la actividad y costo de la limpieza de la franja costera que deben
asumir los municipios; recogiendo residuos que no son totalmente generados por
su población residente o de turistas visitantes.
El problema radica en que muchas personas creen que ésto no
les afecta ni les afectará debido a que el lugar en donde viven no es un lugar
muy desarrollado como otras ciudades. Sin embargo, el mar no conoce
fronteras, y arrastra la basura desde un lugar a otro haciendo que no sólo las
playas de los grandes países que producen toneladas de basura diaria estén
afectadas sino también la de esos lugares en donde no hay un desarrollo tan
amplio o incluso donde no hay una civilización.
¿Cómo nos afecta
regionalmente y como país este problema? Baja California Sur se distingue por
el turismo y por las bellezas que la definen; una de las cosas más hermosas con las
que contamos es la visita de animales tan majestuosos como las ballenas,
ya sea la ballena jorobada, azul o gris, e incluso el tiburón ballena. Estos animales comparten
algo muy especial, dado que ingieren sus alimentos por medio de la filtración. Al estar el microplástico mezclado con el krill que constituye la base de su alimentación, terminan por consumirlo. Cabe mencionar que éstas, como muchas especies, en la actualidad se encuentran en peligro de extinción.
La Academia de Ciencias de Estados Unidos de
Norteamérica ha estimado que 6.4 millones de toneladas de basura entran al
océano cada año [1].
La basura proviene de fuentes terrestres y fuentes marinas, siendo la primera
causa la que más contribuye a generar basura marina.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (UNEP) declaró que la basura plástica en el océano es un problema
ambiental emergente en el Anuario del UNEP 2011 [2]. Desde entonces, una mayor
cantidad de información científica ha sido recopilada sobre las fuentes y los
efectos de microplásticos. El Grupo Mixto de Expertos sobre los Aspectos
Científicos de la Protección del Medio Marino (GESAMP, por sus siglas en inglés) ha
establecido un grupo de trabajo para reunir estos nuevos conocimientos y
preparar una evaluación global de las fuentes, el destino y los efectos de
microplásticos en el medio marino.
El 100% de las muestras de arena de playas de todo el mundo contienen contaminación por microplásticos. Esto incluye lugares tan remotos como la Antártida. Además, claro está, de la enorme cantidad de plásticos visibles que contaminan cualquier playa del planeta. Ya se están formando "playas de plásticos" donde las partículas de plástico compiten con la arena natural. La más notable de Kamlo Beach, en el sur de Hawaii.
El 100% de las muestras de arena de playas de todo el mundo contienen contaminación por microplásticos. Esto incluye lugares tan remotos como la Antártida. Además, claro está, de la enorme cantidad de plásticos visibles que contaminan cualquier playa del planeta. Ya se están formando "playas de plásticos" donde las partículas de plástico compiten con la arena natural. La más notable de Kamlo Beach, en el sur de Hawaii.
Con esto podemos comenzar a tener conciencia de qué son los microplásticos
y cómo con ellos estamos dañando el ambiente. No importa si es sólo una persona o una pequeña
comunidad las que comienzan con el cambio: al igual que los mitos de una región, las costumbres también se pasan de generación en generación. Aún no es tarde para transmitir esta buena costumbre a las generaciones futuras.
Escrito por Anayaritza Olachea Sandoval.
Escrito por Anayaritza Olachea Sandoval.
Bibliografía
[1] http://www.retorna.org/mm/file/Documentacion/Basuraoceanos.pdf consultado 23 de febrero del 2016
[2] http://www.unep.org/yearbook/2013/pdf/Microplastic_spanish.pdf consultado 23 de febrero del 2016